PROYECCIONES A FUTURO

El uso de la energía primaria y secundaria para generación de electricidad depende de diferentes factores que varían de una región a otra, así como de la disponibilidad de recursos económicamente competitivos. Adicionalmente, la utilización de dichas fuentes depende de las restricciones imperantes por la volatilidad en los precios de los energéticos, la disponibilidad de los combustibles, el impacto social, así como por la 0 5,000 10,000 15,000 20,000 25,000 30,000 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2005 2006 2007 2015 2020 2025 Terawatts-hora Asia no OCDE Norteamérica OCDE Europa OCDE Europa y Eurasia no OCDE Asia y Oceanía OCDE Centro y Sudamérica Medio Oriente África 4.2 2.3 1.1 2.8 1.0 2.6 1.4 0.9 4.5 8.7 1.7 1.9 2.0 1.6 3.8 6.5 tmca (%) 2007-2025 tmca (%) 1997-2007 Prospectiva del sector eléctrico 2010-2025 40 normatividad ambiental. Las estimaciones indican que durante los próximos años, los combustibles de mayor utilización para generación de electricidad en el mundo serán el carbón y el gas natural, en detrimento de la utilización de combustibles derivados del petróleo, como es el caso del combustóleo. Esto obedece a la volatilidad en los precios del combustible y a la disponibilidad de tecnologías de mayor eficiencia y con un impacto ambiental sensiblemente menor que las plantas convencionales que utilizan derivados del petróleo. Se estima que durante el periodo 2007- 2025, la fuente primaria de mayor crecimiento en la generación eléctrica serán las energías renovables (véase gráfica 10), que pasarán de 18.4% a 23.4%, lo cual complementará la participación mayoritaria del carbón que se mantendrá en 39.6% y al gas natural con 20.4% hacia ese último año. Hacia el final del periodo, se estima que la energía nuclear se mantendrá prácticamente en el mismo nivel de participación. Mientras que la participación de los derivados del petróleo se reducirá de 5% a 2.8% de la generación mundial de electricidad. Hacia 2025 y sólo después del carbón, las energías renovables (incluyendo las grandes hidroeléctricas a desarrollarse en Asia y Sudamérica) tendrán la mayor participación en la generación mundial de energía eléctrica, seguidas por el gas natural.
Carbón: La generación mundial de energía eléctrica a partir de carbón seguirá siendo la de mayor participación, aunque su crecimiento promedio será menor que el de otras fuentes de energía, como las fuentes renovables y el gas natural, y se estima en 1.9% anual para el periodo 2007-2025. En 2007, 42.2% de la energía eléctrica en el mundo se generó a partir del carbón. En ese año, las centrales carboeléctricas en los EUA generaron 49.0% de la electricidad total de ese país. No obstante durante años recientes se ha registrado una fuerte volatilidad en los precios del combustible, bajo las políticas actuales su uso continuará siendo atractivo, sobre todo en países con grandes reservas carboníferas como EUA, China, India y Australia. Sin embargo, las tendencias en su uso pueden verse afectadas en la medida en que las políticas nacionales y los acuerdos internacionales los comprometan más en la reducción de emisiones de GEI. El carbón es el combustible más intensivo en emisiones de CO2 . Si se aplicara un costo ya fuese implícito o explícito a las emisiones de CO2 , la generación de electricidad a partir de otras fuentes menos intensivas o cero intensivas como las fuentes renovables o la nuclear, tendrían un mayor impulso en su competitividad y podrían reemplazar una mayor parte de la generación con carbón. Si bien las fuentes renovables tienen limitaciones operativas que se derivan de la naturaleza intermitente (viento, energía solar) y estocástica (variabilidad hidrológica) de los recursos, la energía nuclear se orienta para atender la carga base, operando sobre periodos largos para producir la mayor cantidad de electricidad por unidad de capacidad instalada. Por otra parte, en lo que se refiere a las reservas mundiales de carbón, de acuerdo con el documento BP Statistical Review of World Energy 2010, al cierre de 2009 las reservas permanecieron sin cambio respecto al año anterior, ubicándose en 826,001 millones de toneladas. Las mayores reservas de carbón se encuentran en EUA (28.9%), Rusia (19.0%), China (13.9%), Australia (9.2%) e India (7.1%) (véase cuadro 1). Este hecho les confiere cierto grado de seguridad energética a la mayoría de estos países en el suministro del combustible para la generación de electricidad, lo cual, como ya se ha mencionado, se refleja en la dominante proporción de la capacidad carboeléctrica instalada en EUA, China, India y Australia.

Gas natural: La generación de energía eléctrica en el mundo a partir del gas natural crecerá en 2.2% promedio anual durante el periodo 2007-2025. La participación dentro de la generación total hacia el final del periodo se estima en alrededor de 20%. La creciente dependencia en algunos países respecto a este combustible ha sido resultado de las ventajas y la versatilidad que ofrecen las plantas que lo utilizan, dada su alta eficiencia en ciclo combinado, a los menores costos de inversión respecto a otras tecnologías, a periodos de construcción más cortos, a un arranque rápido para entrada en servicio, así como por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y óxidos de azufre, entre otros factores.


Petrolíferos: A nivel mundial se espera que hacia 2025 la generación de electricidad dependiente del consumo de petrolíferos decrezca paulatinamente. En muchos países, entre ellos México, se espera una marcada disminución en el uso de combustóleo y diesel. Por el contrario, en el caso Medio Oriente, se estima que el consumo de combustibles derivados del petróleo aumente ligeramente de la mano del ritmo de crecimiento económico en esa región. Asimismo, el consumo se mantendrá en otros países que por sus condiciones geográficas y de infraestructura sólo tienen como única opción a los combustibles líquidos derivados del petróleo para generar su energía. Tal es el caso de varias zonas rurales de Asia, donde aún no hay acceso a la infraestructura de transmisión y distribución de energía eléctrica y la opción inmediata es utilizar generadores que utilizan diesel. En México, los destilados ligeros e intermedios del petróleo tienen un mayor valor en el sector transporte (gasolina y diesel), mientras que en el sector eléctrico su uso se concentra en las centrales termoeléctricas de mayor antigüedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que están siendo retiradas paulatinamente, así como en varios ingenios azucareros. Otras aplicaciones donde se queman petrolíferos es en algunas instalaciones de respaldo o emergencia y, en otros casos, para la generación distribuida utilizando diesel.

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